Hotel en venta en Aguilar de la Frontera, Córdoba

Esta hermosa finca del siglo XVIII, situada en 3.6 hectáreas, ha sido registrada como un negocio de turismo rural desde 2010. Ubicada en el municipio de Aguilar de la Frontera, cerca de los límites de los municipios de Puente Genil y Lucena, se encuentra a una hora y cuarto del aeropuerto de Málaga y a una hora y media de los aeropuertos de Sevilla y Granada.

Actualmente, la propiedad tiene una superficie construida de 1.594 m² y ha sido equipada con las características de cualquier casa moderna, con sus respectivas comodidades, proporcionando alojamiento para grupos de hasta 20 personas, lo que la convierte en una opción perfecta para celebraciones con amigos y familiares.

Sus amplias habitaciones están distribuidas de la siguiente manera: un hall de bienvenida; dos cocinas completamente equipadas con electrodomésticos, vajilla y placas de vitrocerámica; dos salones con sus respectivas chimeneas de leña. Ambos están decorados con revestimiento de ladrillo en las chimeneas, sobre las cuales se han colocado estanterías para sostener elementos clásicos característicos de su función anterior. El mobiliario, en tonos tierra que se mezclan perfectamente con la madera, es nuevo y muy cómodo, permitiendo a los huéspedes acomodarse en estas áreas comunes de ocio y disfrutar de un buen rato en compañía. Los dos salones también cuentan con televisores de pantalla plana.

Hay un total de 9 dormitorios, seis de los cuales son habitaciones dobles, algunas de ellas con dosel; otras dos tienen dos camas individuales y la última es una habitación con literas para cuatro personas. Todos están perfectamente decorados y equipados con mobiliario, algunos de ellos accesibles para personas con movilidad reducida. Hay ocho baños completos con duchas y/o bañeras. Han sido recientemente renovados y decorados con toques modernos y pequeños azulejos. Además, siete de ellos están integrados en las habitaciones principales. También hay dos aseos que añaden funcionalidad a la casa.

Hay dos comedores, uno de los cuales es más pequeño, con una mesa de madera y sillas del mismo material, que puede acomodar al total de personas para las que este hotel rural ha sido diseñado, y el otro, que funciona como sala de celebraciones para unas 100 personas. La finca también cuenta con una sala de juegos con futbolín, diana, mesa de ping pong y otros juegos de ocio.

Finalmente, el exterior de la casa está dominado por el blanco de la fachada, que forma una especie de rectángulo en el que la piscina está ubicada en el centro, y alrededor hay una zona de césped equipada con tumbonas. También hay un área de barbacoa cubierta junto a la piscina con una serie de mesas y bancos.

Cabe aclarar que la propiedad en venta no es todo el edificio que se ve en la fotografía aérea completa, sino que ocupa la parte que contiene la piscina, separada por un muro de la otra finca agrícola que comprende varios cobertizos. Esta división horizontal se aclara en los planos de la propiedad que se pueden proporcionar a solicitud. Aunque está adosada a otra propiedad agrícola, es importante señalar que aquí no vive nadie y hay una gran sensación de privacidad y tranquilidad.

Si bien la finca ya cuenta con 3.6 hectáreas de terreno, sería muy posible comprar más terreno con olivos.

Los detalles más antiguos conocidos de su construcción datan de finales del siglo XVIII, aunque los edificios existentes, tanto la casa de campo como la maquinaria de producción, revelan una estructura que data de mediados del siglo XIX. El edificio original fue construido en el estilo típico de las fincas olivareras de la zona, con una estructura de dos plantas y un gran patio central, ahora alterado por la construcción de la gran piscina.

Desde la fachada principal hay dos entradas, una al patio central y la otra a la vivienda de los propietarios. La primera, en forma de pasillo, también servía para conectar con las habitaciones de los trabajadores y con la antigua gañanía, donde solían reunirse; esta está presidida por el hogar bajo una gran chimenea que ocupa todo el ancho de la sala.

También conserva otros elementos de almacenamiento, como cantareras, jarras y armarios, todos ellos de gran valor etnográfico ya que sirven como recordatorio de una antigua forma de vida. Las habitaciones de la mansión, que fueron convertidas a principios del siglo XX, se encuentran en el mismo edificio. Sin embargo, es el molino de aceite la parte más interesante de la casa de campo. El sistema utilizado en el molino no es el original, ya que fue convertido de un molino de prensa de viga a un molino hidráulico, con el fin de mejorar la productividad. Hoy en día, esta finca rural sigue siendo un ejemplo del patrimonio cultural de la industria del aceite de oliva, y el molino permaneció en producción hasta mediados del siglo XX.

El molino se encuentra en la planta baja en el lado norte del patio. Toda la maquinaria existente data del siglo XIX, el apogeo de la industria olivarera, habiendo sido fabricada en la fundición La Cordobesa, la fundición Rupero Heaton en Málaga y la fundición Félix Martínez y Compañía en Córdoba, como se puede ver grabado en ella. Conectados al almacén estaban los antiguos establos, cuya estructura de una nave longitudinal dividida por arcos semicirculares aún se puede ver. Los establos, al igual que el molino de aceite, tenían acceso individual desde el patio.