Finca/Casa Rural en venta en Besalú, Girona

Gran masía para restaurar del siglo XVIII con 25 Ha de terreno y vistas espectaculares a las montañas de la Garrotxa y los campos del Pla de l'Estany. Magnífica finca rústica ubicada en un entorno bonito y a la vez práctico, con una posición elevada y vistas panorámicas. Las diversas construcciones requieren reformas, pero conservan muchos detalles históricos. Delante de la masía hay 5,7 Ha de campos de cultivo y detrás casi 20 Ha de bosque.

El acceso a esta propiedad se realiza a través de un camino de tierra en buen estado de 300 metros que conecta la finca con la carretera asfaltada. Al ascender, cruzamos los campos y nos dirigimos a una ladera del valle donde se encuentra la masía, orientada al este, vigilando el valle a sus pies. El pueblo de Besalú está a solo 5 km y cuenta con todos los servicios básicos.

La edificación principal es una casa señorial de planta cuadrada, con planta baja y dos pisos superiores. Destacan las grandes balconeras, ventanas y esquinas de mármol travertino, las cornisas ornamentales y los canalones de cerámica, señales de la riqueza e importancia histórica de esta finca.

En la planta baja encontramos una amplia entrada que se comunica con los dos accesos principales y da paso a varias cuadras con techos de bóveda catalana. También lleva a la escalera de acceso al piso superior y a una bodega. En esta planta también hay un pequeño apartamento con acceso independiente, recientemente reformado y habitable, que consta de una cocina-comedor, un baño y un dormitorio.

Subimos al primer piso por unas escaleras de madera noble y encontramos el distribuidor, que da acceso a una espectacular cocina con techos altos y todos los elementos originales de principios del siglo pasado. Al lado, un precioso baño de época con detalles decorativos de alta calidad y valor histórico.

La sala de estar se encuentra en el centro de la edificación, con techo de bóveda catalana, chimenea y una balconera que da acceso a una gran terraza con vistas inmejorables a los campos y al paisaje circundante. Desde la sala de estar se accede a cinco habitaciones, dos de las cuales también tienen acceso a la terraza en la fachada noreste. En este piso también encontramos una gran sala de juegos con mesa de billar y salida a la misma terraza. Dos habitaciones más y una segunda terraza en la fachada sureste completan esta gran planta señorial de la casa.

Por todas partes se respira la riqueza de sus últimos habitantes, con detalles sorprendentes como elegantes lavabos en cada habitación, protectores ornamentales de madera en las esquinas de las puertas o interruptores de luz de color dorado. Los espacios son amplios y las grandes aberturas proporcionan mucha luminosidad a la vivienda, una característica que a menudo falta en las masías tradicionales de la época.

En la segunda planta se encuentran las dependencias del servicio, con dos habitaciones y cuatro salas de diferentes tamaños destinadas a graneros y trasteros.

Anexo a la fachada sureste de la edificación principal está la masovería, una construcción de piedra con planta semisótano, planta baja y primer piso. En el semisótano están los establos, todos con bóveda de piedra y salida a un gran corral y un cobertizo agrícola. Desde las cuadras se accede por unas escaleras a la planta baja de la masovería. En esta planta también hay acceso a pie desde la era de la casa. La vivienda consta de cocina, sala-comedor, un baño y tres dormitorios. Desde uno de estos dormitorios se accede a una sala utilizada como granero, con acceso desde el gran porche exterior que sirve de garaje. En el primer piso encontramos varias salas en mal estado que eran pajares y almacenes.

La finca cuenta con electricidad de red y agua de pozo. Requiere reformas importantes, pero la mayor parte de la estructura está en buen estado de conservación.