Finca/Casa Rural en venta en Villamena, Granada

Una finca viva en el corazón del Valle de Lecrín: naturaleza, historia y un proyecto con alma.

Hay lugares donde la tierra late con fuerza propia. Esta finca, ubicada en el Barranco del Agua, en Cónchar, es uno de esos espacios únicos donde el paisaje y las posibilidades se funden para ofrecer algo más que una propiedad: un estilo de vida completo, con proyección, autenticidad y raíces profundas.

Un sueño en marcha.

Con cerca de 29 hectáreas de terreno (288.255 m²), esta finca combina producción agrícola activa, turismo rural en funcionamiento y total autosuficiencia energética y de agua. A un paso de Granada, la Alpujarra y la Costa Tropical, pero en un rincón donde aún se respira calma, belleza y futuro.

Un suelo que produce, cuida y da.

El terreno se distribuye con sabiduría y diversidad:
– 15 ha de almendros de secano,
– 4,8 ha de olivos (3,63 ha de Marteños y 0,89 ha de Lechín de Granada),
– 3 ha entre viñedos, pinar maderable y tierras de labor,
– 5,9 ha de matorral con potencial ganadero o forestal.

Una finca viva, preparada para evolucionar hacia modelos ecológicos o sostenibles sin renunciar a la rentabilidad.

Tres cortijos, tres formas de disfrutar la vida.

Cortijo Las Palmeras.

Un alojamiento rural en activo, con alma acogedora: 163 m² construidos más porche de 42 m², salón cocina con chimenea, comedor, un dormitorio en planta baja, tres más en planta alta y dos baños. La piscina de 32 m² invita a tardes de verano entre risas y chapuzones, y el porche es un auténtico escenario de momentos inolvidables: barbacoas entre amigos, sobremesas que se alargan y noches estrelladas al abrigo del campo.

Cortijo La Viña.

Un lienzo en blanco a rehabilitar con gran potencial: 58 m² diáfanos, más almacén de 14 m², y dos piscinas —una para adultos y otra infantil— que anuncian días felices en familia. Su espacio exterior es ideal para imaginar nuevos encuentros: comidas al aire libre, meriendas bajo el sol, o proyectos rurales con identidad propia.

Cortijo La Magara.

Un hogar listo para habitar y celebrar: 110 m² construidos, un espectacular porche de 82 m², salón, cocina-comedor, baño interior, bodega y un segundo baño exterior. Pero lo que de verdad hace especial a este cortijo es su porche con barbacoa y horno moruno: el alma de la casa. Aquí, la vida se comparte en torno al fuego, entre platos caseros, buena conversación y tardes que se hacen eternas. La gran alberca natural de 152 m² suma frescura y belleza a este rincón pensado para disfrutar.