Chalet en venta en Benahavís pueblo, Benahavís, Málaga

Anidada en las verdosas pliegues de El Herrojo Alto, Benahavís—donde las colinas se desplazan con una indiferencia estudiada y el Mediterráneo centellea como un secreto demasiado delicioso para compartir—se alza Villa La Toca, un hogar de una elegancia tan estudiada e inteligencia arquitectónica que parece menos construido que conjurado. Diseñada en 2021 por los ilustres arquitectos Ames, esta maravilla contemporánea es más que una residencia: es una oda al arte de vivir bien, el tipo de lugar que susurra sofisticación en lugar de gritarla.

Con 555 metros cuadrados generosos de espacio habitable interior, y acompañado por 530 metros cuadrados adicionales de terrazas bañadas por el sol, La Toca es un laberinto veraz de luz, aire y geometría refinada. La villa se despliega en tres niveles, cada uno organizado con la lógica meticulosa de un movimiento sinfónico—medido, fluido y, a veces, tranquilamente rapsódico. Es un espacio que comprende tanto la grandeza como la discreción, ofreciendo cinco luminosas habitaciones, cada una un santuario con su propia suite—seis en total—punctuado por dos lavabos de cortesía para buena medida.

Los interiores son un ballet de minimalismo moderno y lujo táctil: ventanales sobredimensionados enmarcan vistas que harían que incluso el más cínico de los poetas alcance su pluma, mientras la interacción de materiales—vidrio, acero, roble y piedra—crea un diálogo entre la naturaleza y el diseño. La zona principal de estar fluye sin esfuerzo hacia las terrazas, esos salones al aire libre que sirven como escenario para celebraciones empapadas de champán y ensueños vespertinos languidecidos.

Y oh, ¡las características! Una sala de cine privada, construída no para devorar taquillazos sino para el placer cinemático; una bodega de vino hecha a medida, seemingly tallada para Bacchus mismo; y una piscina infinita que se desliza hacia el horizonte como una pieza de escultura moderna en forma líquida. El jardín—privado, cuidado y regado con precisión sutil—actúa como un contrapunto verdoso a los bordes limpios y lineales de la casa, suavizando la estructura con la gracia del toque de la naturaleza.

La seguridad, por supuesto, no es tanto una consideración como una constante—vigilancia 24 horas, ventanas de doble acristalamiento y un garaje para dos coches completan el tableau. Y aunque la villa está cloistered en la serenidad de El Herrojo Alto, uno nunca está lejos de la civilización. Las tentaciones brillantes de Puerto Banús, las delicias culinarias de Magna Café, los verdes fairways de La Quinta Golf, y hasta el erudito refugio de Aloha College están a un paseo cortés o a un breve trayecto en coche.

La Toca es, en esencia, la villa para quienes podrían sentirse tentados a pensar que el mundo ha crecido demasiado rápido, demasiado ruidoso, demasiado predecible. Aquí, entre los susurros de los pinos y la dorada luz andaluza, la vida adopta un tempo más elegante—medido, seguro y infinitamente gratificante.<<<