Chalet en venta en San Luis / Sant Lluís, Menorca

Esta finca rústica sobre una amplia parcela de 8.582 m², en un tranquilo y privado entorno natural, a pocos minutos de Sant Lluís, en Menorca. La finca combina un encantador diseño rústico con todas las comodidades modernas y cuenta con varias construcciones distribuidas por el terreno.

La casa principal se distribuye cómodamente en dos plantas, aunque las estancias principales se disponen en la planta baja que resulta muy luminosa. Alberga un acogedor salón con zona de estar y chimenea, una cocina totalmente equipada, un dormitorio doble, un amplio baño con bañera y ducha y un espacio versátil que puede servir como despacho o comedor. Completan esta planta dos agradables terrazas, un lavadero, un cuarto técnico de caldera y un baño adicional con ducha. La vivienda dispone de aire acondicionado y calefacción por gasoil.

En el sótano, con luz natural gracias a sus ventanas, encontramos dos dormitorios adicionales, ambos con aire acondicionado, ideales para invitados o como zona privada.

El exterior invita a disfrutar del estilo de vida mediterráneo. Cuenta con una espectacular piscina de unos 65 m² con cascadas, rodeada de una terraza con zona de estar de piedra, barbacoa, cocina de verano con frigorífico y ducha exterior con agua caliente. También hay un jacuzzi, una cama balinesa y varios rincones para relajarse al aire libre.

La finca cuenta con dos accesos, uno de ellos con portón eléctrico y cámara de seguridad, y un amplio garaje doble con terraza superior desde donde se puede contemplar una preciosa vista hacia La Mola.

Además, dispone de varias casitas auxiliares y espacios de almacenamiento, algunas con zonas de sombra y parrilla. Entre ellas, destaca un apartamento independiente, perfectamente equipado con salón, dormitorio, cocina, baño con ducha, aire acondicionado, trastero con caldera y conexión para lavadora, así como una terraza cubierta ideal para disfrutar de la tranquilidad del entorno.

El jardín, cuidado con mimo, ofrece múltiples árboles frutales, iluminación exterior, sistema de riego y una pista de petanca (bodja/petanca).

Una singular propiedad en el auténtico campo menorquín, ideal tanto como residencia permanente como para disfrutar de largas estancias en la isla.