Casa en venta en Pego, Alicante

Antes de hablarte de metros cuadrados o de reformas, déjame hacerte una pregunta clara:
¿Prefieres pagar de más por una casa ya reformada según el gusto de otro… o comprar bien y crear un hogar a tu medida?
Porque aquí el verdadero enemigo no es la reforma.
El enemigo es pagar precio de mercado alto por algo que no lo vale, sin margen de mejora ni de revalorización.
Esta vivienda individual entre medianeras, con 212 m² construidos, es una oportunidad para quien sabe mirar más allá de lo evidente. El tejado ya está reformado y en perfecto estado. Lo demás —instalación eléctrica, fontanería, actualización de cocina y un baño en planta primera— no es un problema: es una ventaja estratégica.
¿Por qué? Porque compras por debajo del mercado actual y decides tú.
La casa se distribuye en planta baja, primera y buhardilla con terrazas, con orientación sureste, algo que no se puede cambiar ni comprar después.
En la planta baja encontramos la entrada, una habitación, salón comedor con chimenea de leña abierta, cocina independiente con despensa, baño, un patio descubierto y otro cubierto, además de bodega y trastero. Espacios reales, no metros inflados.
La planta primera se divide en dos alas: una con dormitorio y terraza cubierta; la otra con la habitación principal y un espacio perfecto para crear un vestidor y un aseo adicional. Aquí es donde una buena reforma multiplica valor.
En la planta segunda, una buhardilla con tres terrazas abre la puerta a zonas de trabajo, ocio o descanso. ¿Barbacoa? Se puede hacer. ¿Un espacio diferencial? También.
Algunas puertas de madera maciza merecen ser restauradas. En la planta primera, el suelo hidráulico se puede conservar y revalorizar. Esto no es gastar por gastar; es invertir con criterio.
Esta vivienda encaja como residencia habitual, segunda vivienda o alquiler de larga o corta duración. En Pego, una casa amplia, bien ubicada y bien reformada tiene demanda real. La ubicación no se reforma. Y aquí tienes servicios, colegios y entorno natural cerca.
IBI: 300 €/año
Residuos: 175 €/año
Las buenas oportunidades no gritan. Se entienden.
Y esta, bien analizada, tiene mucho que decir.